La póliza de seguro es un contrato entre un asegurado y una compañía de seguros, que establece los derechos y obligaciones de ambos, en relación al seguro contratado.
Es el conjunto de documentos que acreditan la formalización de su contrato de seguro e incluye lo siguiente: Sumario, aviso de cobranza, convenio de pago de primas y condicionados.
Lo primero que se debe hacer antes de tomar un seguro, es informarse detalladamente de las características del producto, de modo de determinar con precisión los riesgos cubiertos y las exclusiones existentes.Una vez aceptada la propuesta, se emite la póliza propiamente tal.
La póliza se compone de dos partes o secciones:
- Condiciones generales
- Condiciones particulares
Condiciones particulares
Las condiciones particulares constituyen la primera sección de una póliza de seguros y en ella se indican las condiciones específicas de riesgo para la persona o bien a asegurar. Las condiciones particulares sólo pueden ampliar o aclarar aspectos de las condiciones generales que se incluyen en la segunda sección.
Condiciones generales
Las condiciones generales establecen el marco de referencia para el seguro a contratar. Las condiciones generales de la póliza deben estar autorizadas por la Superintendencia de Valores y Seguros, lo que se indica al inicio de éstas (inscrita en Registro de Pólizas bajo el código POL xxxxxx). De esta forma, las condiciones generales son estándar para el producto contratado y por lo tanto, para un cierto tipo de seguro son iguales para todos los clientes.
En las condiciones generales se incluye:
Definiciones de términos técnicos usados en la póliza, como por ejemplo, pérdida total, valor comercial, etc.
Detalle de coberturas o riesgos cubiertos incluidos (por ejemplo, incendio o inundación, en el seguro de casa).
Detalle de exclusiones o situaciones no cubiertas por el seguro (por ejemplo, accidentes por practicar deportes peligrosos sin declararlos, en un seguro de vida).
Límites: son los montos máximos a cubrir por parte de la compañía.
Obligaciones del asegurado: son las responsabilidades del asegurado, como por ejemplo, hacer denuncio en Carabineros después del siniestro, proteger el bien siniestrado, etc.
Arbitraje: establece la forma de proceder cuando haya diferencias de interpretación de la póliza, entre el contratante o asegurado y la compañía de seguros.
Una vez recibida la póliza, se debe revisar que incluya todas las coberturas de la propuesta, es decir, que las condiciones corresponden a las acordadas, y la persona o bien asegurado esté correctamente identificado.
Es importante guardar la póliza, por si se tiene que hacer uso del seguro en caso de siniestro.
A modo de resumen, al analizar una póliza se debe revisar:
- La correcta identificación de persona o bien asegurado y beneficiarios.
- La vigencia del contrato.
- Las coberturas.
- Las exclusiones y riesgos no cubiertos.
- Qué otros beneficios se ofrecen.
- El monto máximo establecido para cada siniestro.
- Los deducibles.
- El monto y forma de pago de la prima.